REBAJAS

De pronto esta mañana, hojeando el periódico, me topo con un anuncio a doble página de las rebajas.
Y caigo en la cuenta de que aún no las he pisado.
─Tengo que ir ─me digo.
Pero como me conozco, para cuando me decida ya habrán puesto los escaparates de primavera, y mientras que la gente busca su modelito para lucir el domingo de Ramos, yo andaré a ver si puedo conseguir todavía un buen jersey de lana a precio de ganga.
Y ya me entran las neuras de siempre:
─Que sí, que siempre he vivido con el reloj atrasado.
─Pero mujer, no te pongas así por semejante tontería.
Y solo al cerrarlo me doy cuenta de que el que tenía en las manos era el periódico de la semana pasada.