HISTORIA DE UNA PINTADA

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Durante los primeros meses de 1947 empezaron a proliferar en diferentes lugares de la Universidad Complutense de Madrid una serie de pintadas clandestinas, con eslóganes del tipo Abajo el fascismo, Libertad, o, Viva la universidad libre.
Dichas pintadas, para rechifla de los estudiantes, no había manera de borrarlas, ya que por la noche desaparecían sin dejar rastro, por lo que hubo que recurrir al expeditivo método de picar la piedra, quedando así el texto grabado para siempre.
Claro que la represión franquista no se hizo esperar, y muchos integrantes de la F.U.E. (Federación Universitaria Escolar), fueron detenidos y condenados a duras penas de prisión, que cumplieron trabajando en Destacamentos Penales.
Dos de ellos, Nicolás Sánchez Albornoz y Manuel Lamana, protagonizaron una espectacular y exitosa fuga de Cuelgamuros, hechos en los que está basada la película “Los años bárbaros”, de Fernando Colomo.
Hace unos años, Rafael Fraguas contaba en “El País”, que en un coloquio-debate celebrado en el Ateneo de Madrid, el arquitecto Pablo Pintado y Riba, autor del proyecto del Palacio de Congresos de la Castellana, a los cincuenta y ocho años de haberlas realizado, se había declarado autor de las mismas, en colaboración con otras dos jóvenes, Albina Pérez y Mercedes Vega. A esta última, estudiante de Ciencias Químicas por aquella época, fue a la que se le ocurrió emplear una pintura hecha con una solución de Nitrato de Plata, sustancia fotosensible, que se oscurece con la luz del sol.
Pero el lector curioso, hoy día no encontrará tales pintadas.
Justo a raíz del artículo aparecido en «El País», alguien se encargó de que la pared donde estaban fuera picada a fondo, eliminando así para siempre un eslabón más de nuestra ya debilitada memoria histórica.